jueves, 25 de marzo de 2010

El fin del mundo, y un despiadado país de las Maravillas. De Haruki Murakami.

La razón de que los títulos de algunos libros de Murakami sean tan largos, es porque en japonés apenas ocupan unos kanjis. Y la pena de ello, es la cantidad de matices que pueden obtenerse del significado de los mismos.


A la mitad de la lectura del libro pensé en la sinopsis que tendría que escribir. Fue cuando me dí cuenta que los personajes no tenían nombre. Trescientas páginas. Diez personajes que ya podía distinguir entre si, y ningún nombre. Ninguno.

Los capítulos se alternan entre el Despiadado País de las Maravillas, una suerte de Tokio actual, y el Fin del Mundo, una ciudad amurallada dónde sus habitantes han de vivir sin sus sombras. Es un libro sobre recuerdos, sobre perder y recuperar cosas. Sobre la sensación de cómo el mundo cambia y como esos cambios dejan patentes los huecos que la rutina simula llenar.
Me encantan los personajes de la historia. Como juegan con lo cotidiano. Como la sola importancia de la elección de un sofá es importante. Lo lees, y lo entiendes. Es la maravilla por lo cotidiano. Hechos simples que al final, llevan un gran significado.
Siempre que se habla de Murakami hay que meter al menos algunas de sus demoledoras frases:
"Una vez que has perdido una cosa, aunque esa cosa deje de existir, la sigues perdiendo eternamente. ¿Lo entiendes?"
Como curiosidad, dicen que este es el libro favorito del autor. Pese a su tardía publicación, es uno de los primeros que escribió. Espero que los que sigan a After Dark sean mejores que ese, y vuelva a su nivel habitual.

lunes, 1 de marzo de 2010

El Arca de la Redención, Alastair Reynolds



Mientras más leo de este hombre, más pienso que es un genio. He cometido el razonable error de empezar de atrás adelante sus libros, con la salvedad de Espacio Revelación, elemento necesario para entender sus complejo universo.

Ahora todo lo leído en El desfiladero de Absolución tiene sentido. Los combinados, los humanos de base, los ultras, los hipercerdos..., Un ambicioso plan trasmitido a través del tiempo en pos de un universo en el cual los Inhibidores no hubiesen acabado con el ser humano (en cualquiera de sus formas). Y pese ya a ser este el cuarto libro que acabo de la saga, no dejo de encontrarme ese asombro de tecnologías tan lejanas que se asemejan a la magia por su distancia.
Tengo la extraña fascinación de esas teorías que rozan la física. Esos campos de investigación que a veces se sugieren, pero que aún no calan porque se necesita un relevo generacional para ser tomadas en serio. Reynolds expone esas ideas. Las imagina como un standard ya asumido y cotidiano. Se aventura a nuevos campos hasta nuevas fronteras físicas que han de inventarse a la fuerza Es Hard-Scifi en estado puro. Sus escenarios son tan detallados que nada impide que sea lo que nos reserva el futuro.

En este volumen se adentra en la estructura de los combinados. Seres humanos que han trascendido gracias a la nanoingenieria imbuida en ellos. Sus cerebros son más rápidos y constituyen una mente colmena en la que el individuo se desdibuja. El uso que hozó Ilia en Espacio Revelación de las Armas Caché, les pone en conocimiento de su posición, planeando recuperarlas ante la reciente amenaza de los Inhibidores. A varios años luz, Ilia y Khouri, contemplan como la amenaza que descubrieron con Sylveste ha despertado, y empiezan a urdir un plan de evacuación en la Nostalgia del Infinito, hay que salvar a toda la población de Resurgan. Clavain, un combinado que deserta de sus facción, tiene un plan en mente mucho más grande de lo que él mismo imagina. Todas estás lineas acabarán fusionándose en una.

Que narices, sé que nadie lee estas sinopsis. Pero Alastair Reynolds me está dando los mejores momentos como lector que recuerdo. Dadle una oportunidad.

Desfiladero de Absolución, de Alastair Reynolds

Reynolds me está haciendo disfrutar de este género como hace años que no lo hago. Y eso no quiere decir que este leyendo cosas que no me convenzan. Me refiero a la seguridad de ir encadenando libros geniales. Libros que me sorprenden.

La historia se desarrolla dentro de su mundo de Espacio Revelación. El autor juega con varias líneas argumentales distanciadas más de 50 años entre si, las cuales convergen en una sola como fruto del viaje relativista.

Los Inhibidores, una especie mecánica que limita la inteligencia, sigue con su plan de futuro de terraformar la galaxia para el futuro desastre. En trece mil millones de años, trece giros de la Vía Láctea completos, nuestra galaxia chocará con Andrómeda. La fusión de ambas prevé la aparición de nuevas estrellas supermasivas de vida corta, enanas blancas, agujeros negros. Grandes cambios que llenarán a la nueva galaxia de radiaciones mortales que impedirán la vida inteligente.
El plan de los Inhibidores consiste en disminuir el impacto de dicho choque. Su labor consiste en complejos cálculos y previsiones como el desplazamiento de estrellas y sistemas solares completos. La vida puede existir, dentro de unos parámetros, pero no interferir con su tarea. Su labor consiste en que dicha vida pueda encontrar un contexto después del impacto.
El ser humano reveló su presencia a los Inhibidores en el anterior libro. Las ansias expansionistas de las diferentes facciones de los humanos activan las medidas de contención de la maquinaria inhibidora. Los Lobos, así es como los llaman, son mucho más antiguos. Y eficaces. No en vano, llevan miles de millones de años perfeccionando sus métodos.
Combinados, Ultras, Humanos de Base, Hipercerdos… Aura, una pequeña niña con parte del conocimiento de Hades, es la salvación para todos ellos. En su mente no formada, están los secretos de millones de civilizaciones. Tecnologías que aún no han sido descubiertas. Armas contra las que los Lobos aún no han podido adaptarse. Todo ello para establecer un espacio seguro en el que poder tener algún tipo de esperanza.

El final me ha encantado.